Oraci贸n de Abandono聽y Confianza en Dios del padre Foucauld
驴Est谩s listo para aceptar la voluntad de Dios en tu vida?
El padre Foucauld fue un extraordinario hombre de oraci贸n, entregado enteramente a Dios, viviendo una vida contemplativa en los desiertos de 脕frica.
En su "Oraci贸n del abandono", muy conocida y rezada en todo el mundo, nos dej贸 una s铆ntesis profunda de lo que debe ser el alma y la vida del hombre orientado hacia Dios. Vale la pena recordar sus palabras y meditar en su oraci贸n.
Oracion deL abandono de聽charles de foucauld
"隆Mi Padre, me entrego a Ti!
Haced de m铆 lo que quieras.
Todo lo que quieras hacer de m铆, te lo agradezco.
Estoy listo para todo, acepto todo, desde que vuestra voluntad se realice en m铆 y en todas vuestras criaturas.
隆No deseo otra cosa, Se帽or!
Depongo mi alma en tus manos, con todo el amor de mi coraz贸n
Porque para m铆 es una necesidad de amor darme y entregarme en vuestras manos
Con confianza absoluta, porque sois mi Padre!
Esta gran oraci贸n revela un alma entregada totalmente a Dios porque conf铆a en 脡l como el "mi Padre".
驴Que significado tiene la oraci贸n de abandono?
Abandonarse de verdad en Dios es uno de los pasos m谩s dif铆ciles para aquellos que buscan al Se帽or. Estamos profundamente arraigados en nosotros mismos; hemos finalizado en nosotros las ra铆ces de nuestra seguridad personal. Y Dios nos dice sin cesar: "Nada temas, porque estoy contigo, no lances miradas desesperadas, pues yo soy tu Dios; yo te fortalezco y vengo en tu socorro, yo te amparo con mi derecha victoriosa "(Is 41,10).
隆C贸mo es dif铆cil confiar plenamente en Dios! 隆C贸mo es dif铆cil lanzarnos en el infinito amor y misericordia de su coraz贸n!
Por m谩s que el Se帽or manifieste, declare y pruebe Su amor por nosotros, seguimos atados en nosotros mismos, presos a nuestras m铆seras fuerzas, riquezas, poder, etc., como si eso pudiera, de hecho, darnos seguridad y paz.
聽隆C贸mo nos enga帽amos! Todav铆a nos falta la fe. Caminamos como los inseguros ap贸stoles del Se帽or que, aun viendo los milagros de Jes煤s, todav铆a segu铆an amedrentados e inseguros y siempre oyeron la misma reprimenda del Se帽or: "驴C贸mo sois medrosos? 驴Todav铆a no ten茅is fe? "(Mc 4,40).
Con qu茅 coraje el padre Foucauld le dijo al Se帽or: "隆Acepto todo! 隆Estoy listo para todo! "
驴Cu谩ntos de nosotros estamos listos para aceptar toda la voluntad de Dios en la vida? En la mayor铆a de las veces, queremos que se haga nuestra voluntad, que se cumplan nuestros planes, que se establezca nuestra l贸gica.
La fe presupone aceptar la voluntad de Dios; no reaccionamos contra ella y no nos rebelamos contra su cumplimiento en nuestra vida. Es necesario saber decir c贸mo el santo Job que en la m谩s profunda miseria, herido de lepra "desde la planta de los pies hasta lo alto de la cabeza" (Jn 2,7b) supo responder con fe cuando su mujer le dijo: "Maldice a Dios, y morir "(Jn 2,9b). La respuesta de J么 es la de un verdadero hombre de fe: "Habla como una insensata. Aceptamos la felicidad de la mano de Dios; no debemos aceptar la infelicidad? "(Jn 2, 10a-b). Y Job venci贸 por la fe; supo abandonarse en Dios. Fue justificado.
Los grandes hombres y mujeres de Dios, de todos los tiempos y de todos los lugares, fueron aquellos que supieron confiar su destino y su suerte en las manos de 脡l. San Pablo, en la Carta a los Hebreos, afirm贸 que "sin fe es imposible agradar a Dios" (Heb 11,6a) y a煤n "Mi justo vivir谩 de la fe" (Hb 10,38a). Y resumiendo toda la importancia de la fe, declar贸: "Fue ella la que hizo la gloria de nuestros antepasados" (Heb 11,2). A partir de ah铆, comenz贸 a narrar los grandes hechos de Abel, Enoc, No茅, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, Jos茅, Mois茅s, David, Sans贸n, Daniel, etc. San Pablo mostr贸 el fruto de la fe que nos lleva a actuar abandonados en Dios: "Gracias a su fe conquistaron reinos, practicaron la justicia, se vieron realizar las promesas. Taparon bocas de leones, extinguieron la violencia del fuego, escaparon al filo de la espada, triunfaron de enfermedades, fueron valerosos en la guerra,
隆Que nos falte todo, menos la fe y el abandono de nuestra vida en Dios
video聽ORACION DE ABANDONO (CARLOS DE FOUCAULD)
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