Oración a la Virgen de las Mercedes para la Liberación

Hoy vamos a ver la Oración de liberación a Nuestra Señora de las Mercedes.El 24 de septiembre es la fiesta litúrgica de la Virgen de la Misericordia

La devoción a Nuestra Señora de las Merced se inició en el siglo XIII cuando la Virgen apareció a San Pedro Nolasco y lo alentó a seguir liberando a los cristianos esclavos.

En aquella época, los moros saqueaban regiones costeras y llevaban a los cristianos como esclavos para África. En esa horrible condición, muchos perdían la fe por pensar que Dios los había abandonado. Oración a la Virgen de las Mercedes para la Liberación

Pedro Nolasco, viendo esa situación, vendió hasta su propio patrimonio para liberar a los cautivos. Del mismo modo, formó un grupo para organizar expediciones y negociar rescates. Cuando el dinero terminó, pidieron limosnas. Sin embargo, las ayudas también terminaron.

Fue cuando Nolasco pidió a Dios para ayudarle. En respuesta, la Virgen apareció a él y le pidió que fundara una congregación para rescatar a los cautivos.

Nolasco le preguntó: "Oh Virgen María, Madre de la gracia, Madre de misericordia, ¿quién podría creer que tú me envías?".

María respondió diciendo: "No dudes de nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en mi honor; será una orden cuyos hermanos y profesos, la imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para la ruina y redención de muchos en Israel, es decir, entre los cristianos, y serán signo de contradicción para muchos.

Ante ese deseo, fue fundada el orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, ​​España. San Pedro Nolasco fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General.

Los integrantes, además de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar a los esclavos y que quedar en el lugar de un cautivo que estaba en peligro de perder la fe, cuando el dinero fuese era suficiente para conseguir la liberación.

Más tarde, en el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó el 24 de septiembre como la Fiesta de Nuestra Señora de la Merced en toda la Iglesia.

Contenido del Articulo
  1. Oración de liberación a Nuestra Señora de las Mercedes
    1. Oración a la virgen de las mercedes para protección
    2. Invocación a Nuestra Señora de las Mercedes
    3. Saludos a nuestra señora de las mercedes
    4. Oración final

Oración de liberación a Nuestra Señora de las Mercedes

Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra Patrona, Madre de la Liberación, me libera de las corrientes que atan y bloquean mi vida, mi familia y mis negocios.

Pida por mí a Jesús que envíe a sus Ángeles para liberarme de tantos males.

Interceda a Dios, para que yo obtenga las luces del Espíritu Santo, para vivir en paz, alegría y prosperidad.

Enséñame a tener un corazón confiado en Dios.

Amén.

Oración a la virgen de las mercedes para protección

“Maria de las mercedes,reina del cielo y la tierra,

Tú me levantas si he caído
Si estoy triste, tú me consuelas
si estoy enfermo me sanas
y si estoy débil, me das fuerzas,
porque eres maná del alma
que todo sabor encierra

 EN LA VIDA Y EN LA MUERTE
AMPARANOS MADRE NUESTRA”

Amén

Invocación a Nuestra Señora de las Mercedes

Madre querida de las mercedes, con la simple confianza de hijos, recurrimos a ti. Vimos a tus pies de reina y madre de misericordia, suplicando tu poderoso auxilio. Nuestro mundo vive atrapado en tantas formas de esclavitud y opresión. 

Nuestro tiempo no es menos atribulado que aquel en que Tú, compadecida de la Tierra, inspiraste la fundación de una orden religiosa, destinada a la redención de los cautivos cristianos. Nuevas formas de esclavitud social, política o psicológica que derivan, en última instancia, de la corrupción del pecado surgen cada día. Aquí nos tienes, oh Madre de las Mercedes, luchando para librarnos de tantas cadenas y opresiones de nuestro mundo. Ayúdanos con tu misericordia para que podamos recuperar la feliz libertad de los hijos de Dios. Amén.

Saludos a nuestra señora de las mercedes

Saludamos a María, que nos adoptó por hijos, al pie de la cruz. Avemaría…

Saludamos a María, que inspiró para nuestro bien, la fundación de una orden redentora. Avemaría…

Saludamos a María que incesantemente nos ofrece su maternal misericordia. Avemaría…

- Salve, Madre de misericordia, consuelo de los afligidos, ayuda de los cristianos, redentora de los cautivos, esperanza de los pecadores.

- Ruega por nosotros santa Madre de Dios.

- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Pidamos a Dios la gracia que deseamos alcanzar por medio de la Santísima Virgen María de las Mercedes.

(Hacer su pedido)

Madre y merced de Dios para los hombres, nuestra América nació a la sombra de la cruz de Jesús y desde su inicio se codició bajo tu protección materna. Ella es hermosa y bella y en su corazón pulsa el amor de Dios e inmenso cariño por Ti Pero los hombres cubrieron nuestra América de oprobios y de miserias; y la transformaron en un lugar de dolor y de sufrimiento, para multitudes interminables de hijos suyos. 

La pobreza, la enfermedad, el desempleo, el trabajo forzado, la violencia, la represión afligen a tantos hermanos nuestros. El hambre, la miseria, el analfabetismo, la enfermedad se estampan en millones de ojos tristes y asustados. 

Por vivir la paz del Evangelio, las masas de cristianos aguantan luchas, golpes, cárceles (2Cor 6,3-10) y aceptan sufrimientos atroces (2 Tm 1,8-2,3). Pero que no reían de sus penas a los malos e insensibles. Que la tolerancia de los débiles no prolongue en la historia, la injusticia y la maldad de los poderosos. 

Que no se diga: Es un continente pobre y atrasado porque se sujetó a la civilización cristiana de la sumisión y de la cruz. Que el sufrimiento y la aflicción de tantos despierten la conciencia de los que se acomodan o se quedan indiferentes. Sensibiliza, Señora, los corazones de los poderosos para que se conviertan. Alivia y da fuerzas a los débiles para que resista y no pierdan la fe.

Oración final

Madre de las Mercedes, nuestro espíritu se siente confortado cada vez que a Ti recurrimos. Una dulce esperanza inunda nuestro ser, porque nos acordamos de aquellas palabras de San Bernardo: Ninguno de los que a Vos ha recurrido, fue por vosotros desamparado. Llenos de alegría volvemos a la lucha de la vida, seguros de que no nos faltará tu ayuda. Bendice, Señora, pues tu bendición es signo de la bendición divina. Amén.

video Oración a la Virgen de la Merced, para solucionar problemas

 

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